martes, 29 de julio de 2008

La gente que vive con fumadores sufre más que la misma persona que fuma

Quienes no fuman y están casados con fumadores corren mucho más riesgo de padecer un accidente cerebrovascular (ACV), según un estudio publicado que pone en evidencia otro peligro del tabaquismo pasivo.


Estar casado con un fumador incrementa el riesgo de ACV un 42 por ciento entre las personas que nunca consumieron cigarrillos, comparado con quienes están casados con alguien que jamás fumó, han dicho expertos.

La cifra alcanza el 72 por ciento para los ex fumadores casados con un fumador actual, según la investigación publicada en American Journal of Preventive Medicine.

Los ex fumadores que estaban casados con fumadores tenían un riesgo similar de ACV al de las personas que consumían cigarrillos en la actualidad.

"Dejar de fumar ayuda a mejorar la salud personal y también la de las personas que viven con uno", ha dicho en una entrevista telefónica Maria Glymour, de la Escuela de Salud Pública de Harvard en Boston y de la Columbia University en Nueva York, quien ha dirigido el estudio.

La investigación incluyó a 16.225 personas de 50 años o más que nunca habían tenido un ACV. Los participantes fueron seguidos por un promedio de nueve años.


Máquina expendedora de tabaco.
Cigarrillos
Glymour ha manifestado que hay evidencia acumulada sobre la cantidad de problemas de salud relacionados con el tabaquismo pasivo o humo de cigarrillo de segunda mano.

Estudios previos sugirieron que el tabaquismo pasivo aumenta el riesgo de ACV, pero Glymour ha dicho que el peligro fue estudiado más a fondo entre los fumadores que en las personas expuestas al humo de segunda mano.

Las personas que respiran el humo de cigarrillo de segunda mano también tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer pulmonar o en los senos paranasales, infecciones en el tracto respiratorio y enfermedad cardíaca, entre otras condiciones.

En el 2006, un informe señaló que el humo de cigarrillo de segunda mano contiene cientos de químicos conocidos por ser tóxicos o por provocar cáncer. Entre ellos, el formaldehído, el benceno, el arsénico y el amoníaco.

Este estudio analizó las consecuencias para la pareja de los fumadores, pero no evaluó el peligro de ACV a largo plazo entre los hijos de los fumadores debido al tabaquismo pasivo.

"Sabemos que hay muchas consecuencias no deseables para la salud, especialmente asma y problemas respiratorios, que se exacerban por el humo de segunda mano", ha concluido Glymour.

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